A menudo, en las fiestas (a las que evito concurrir siempre que puedo) alguien me da un fuerte apretón de manos, sonriendo, y después me dice, con aire de jubilosa conspiración: "Sabe, siempre he deseado escribir."
Antes, yo trataba de ser amable.
Ahora, contesto con la misma regocijada excitación: "Sabe, siempre he deseado ser neurocirujano."
Me miran con perplejidad. No importa. Últimamente circula por el mundo mucha gente perpleja.
Si quieres escribir, escribes.
Sólo escribiendo se aprende a escribir. Y ése, en cambio, no es un buen sistema para enfrentarse a la neurocirugía.
-JOHN D. MACDONALD-

lunes, 25 de octubre de 2010

Escrito el 16 de febrero del 2008

Esto lo he rescatado del Fotolog, que aunque parezca increible, sigue existiendo :O
Y sinceramente, casi hasta me da verguenza ponerlo aqui. Que inocente y bonito, a la par que desesperado y apasionado, es el amor, cuando somos adolescentes que idealizamos lo que no conocemos. Pero todo sea por saber si he evolucionado como escritor. Como persona estoy seguro de haberlo hecho xP


El sueño puede ser un sitio de la mente donde logramos ser escenario y actor, espectador y hasta amotinado público, pero donde el director o el creador de la puesta en escena resulta ser, para el mismo soñador, un ilustre desconocido. Razón de mas para emparentar, siguiendo a Borges, la ficción con el soñar. La literatura, de alguna manera, resulta un compendio de sueños provocados.

---Juan Manuel Roca---

Sueños.............., sueños.............., sueños..............
Aqui teneis un sueño.......

Abres los ojos y, ¿qué descubres? ¡Maravilla! Un cielo con tantas estrellas que hacen innecesaria la luz que refleja una luna inmensa colgada del cielo. Un paisaje paradisiaco, que se vuelve aún más dulce cuando un embriagador olor llena tus pulmones, y te descubres tumbado en un campo lleno de unas flores preciosas de color blanco, que parecen de plata iluminadas por la luz de la luna y las estrellas. Te levantas, y sientes un extraño peso que tira de ti de la espalda. Echas un vistazo, y descubres estupefacto un par de alas bellisimas, pero enseguida la extrañeza desaparece. En el fondo, siempre supiste que te habian faltado. Saltas, y al instante descubres como volar, y te elevas, y te elevas, hasta que el suelo se convierte en una pradera bañada de puntitos de color blanco, y al fondo ves unas montañas alzandose imponentes, intentando acuchillar el cielo con sus filos blancos de nieve, y un bosque que se extiende en sus faldas.
Vuelas hasta allí, sin emabrgo por el camino empiezas a sentir una sensación de vacío. Descubres que hay algo que no te llena del todo, y entonces un resplandor debajo tuyo te llama la atención. Es un resplandor producido al reflejarse la luz de la luna en otras alas iguales que las tuyas, y ahí esta ella, kien tiene el pedazo de corazón que te falta en el pecho, el responsable de ese vacío. Vuelas hasta ella, y la besas. Sientes como os derretis juntos, como el vacío de tu pecho se llena, sientes como tu llenas el suyo, y suavemente descendeis hasta el bosque juntos. Allí todo es idílico, y en un colchón de hojarascas pasais la noche, muchas noches, porque es tu sueño, y puedes alargarlo todo lo que quieras, y finalmente os dormis abrazados, y piensas que ojalá ese momento se eternizase, y como es tu sueño, se eterniza.
Pero al final, te despiertas. Y sientes que algo no va del todo bien. Ya no manejas el sueño. Miras horrorizado a tus pies y descubres que ella está muerta, que el calor que te llenava no es mas que hielo liquido que sientes entrar en tus entrañas. Sus preciosas alas ya no son las níveas extremidades que te maravillaste acariciando, igual que su pelo, que brillaba lleno de sombras y luces, pues ahora estan teñidas de un color sanguinolento, que proviene de la luna, que se a vuelto del color de la sangre, e ilumina todo el mundo que un color de muerte. Las flores estan muriendo a tu alrededor, y alzas el vuelo intentando escapar de esa luz que te llena de terror, pero ves como en la luna aparece una cara. al instante descubres que es la muerte, y que te sigue. Y tu no puedes escapar de su mirada. Finalmente, tus alas desaparecen, y ves como el suelo viene pronto a tu encuentro, y entonces una luz te rodea, y despues oscuridad.

Estas sentado en tu cama, y está todo oscuro. Abres los ojos, aun cerrados de terror, y apenas distingues dos estrellas que se ven a traves de la contaminación de la ciudad. Tu cuarto huele a cerrado y a sudor, pues realmente la última parte de tu sueño te a aterrado. Miras el móvil. Las 4 de la mañana, y ella no te a contestado el mensaje, ni siquiera te a devuelto la perdida. Al volver a alzar la mirada, casi esperas ver una luna roja con un cara descarnada mirandote. Te levantas y vas hasta la ventana. Hay está, la calle. Sientes el viento cortante, el frio en los pies. "Que bonito sueño, al menos el principio" piensas. Sin embargo, ¿era un sueño? Fue tan real. El olor, el tacto, el calor de sus labios, la pasión de vuestrso besos, el terror de mirar la muerte a la cara... Casi te convences de que aquello fue real. Y allí muristes, y veniste a parar aquí. Te sientas en el alfeizar de la ventana, y coges una moneda que se te había caido al quitarte los pantalones. Muriste.... Primero luz, y luego oscuridad. ¿que ocurriría si murieses aqui? ¿podrías volver a ese otro mundo? ¿Sería otro peor? "¿Peor que este?" piensas con una sonrisa irónica en la boca "¿O quizá pueda encontrar otro mundo mejor?"
Miras la moneda que danza entre tus dedos con un rapido movimiento. "Luz y oscuridad..." "¿Merecerá la pena probar?". "¿Que pierdes?" te pregunta una voz en tu cabeza. No sabes discernir si es la voz de ella o la de la luna, la de la muerte. Miras otra vez la moneda, esta vez quieta sobre la palma de tu mano, y un debil rayo de luna ilumina la cara de un rey. "Luz". Lentamente, la levantas hasta la altura de los ojos y le das la vuelta, hasta ver un bonito 2. "Oscuridad".
...
"¿Qué pierdo?"
...
"¿Qué pierdo?"
...
"¿Qué pierdo?"


Vuelves a girar la moneda.
"Luz"
Otro giro.
"Oscuridad"
Y otra vez.
Y una última vez más.
"¿Qué pierdo?"

Y con un elegante gesto tiras la moneda al aire, y escuchas el metálico sonido de la moneda girando en el aire....

¿Un añorado batir de alas?
¿O una descarnada y cruel sonrisa?

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