A menudo, en las fiestas (a las que evito concurrir siempre que puedo) alguien me da un fuerte apretón de manos, sonriendo, y después me dice, con aire de jubilosa conspiración: "Sabe, siempre he deseado escribir."
Antes, yo trataba de ser amable.
Ahora, contesto con la misma regocijada excitación: "Sabe, siempre he deseado ser neurocirujano."
Me miran con perplejidad. No importa. Últimamente circula por el mundo mucha gente perpleja.
Si quieres escribir, escribes.
Sólo escribiendo se aprende a escribir. Y ése, en cambio, no es un buen sistema para enfrentarse a la neurocirugía.
-JOHN D. MACDONALD-

martes, 23 de noviembre de 2010

V de Vendetta (II)

¡Buenas tardes, Londres!
Permitid que, primero, me disculpe por ésta interrupción. Yo, como muchos de vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mi, me gusta tanto como a vosotros.

Pero con el espiritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado normalmente asociados con la muerte de alguien, o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla, y que se celebran con una fiesta nacional, he pensado que podriamos celebrar este 5 de Noviembre, un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda, tomándonos cinco minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco.



Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que en este momento estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen de camino. ¿Por qué? Porque mientras pueda utilizarse la fuerza, ¿para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder. Las palabras hacen posible que algo tome significado, y si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es que en este país algo va muy mal, ¿no?

Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes teníais libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensábais. Ahora tenéis Censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el  culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo.

Se porqué lo hicisties. Se que teníais miedo. ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades... Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y presas del pánico acudisteis al actual Lider, Adam Sandler. Os prometió orden. Os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión.

Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de 400 años un gran ciudadano deseó que el 5 de Noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras: son metas alcanzables.

Así que si no abris los ojos, si seguis ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces, os sugiero que permitais que el 5 de Noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento, y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mi, dentro de un año, ante las puertas del Parlamento, y juntos, les haremos vivir un 5 de Noviembre que jamás, jamás, nadie olvidará.

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