A menudo, en las fiestas (a las que evito concurrir siempre que puedo) alguien me da un fuerte apretón de manos, sonriendo, y después me dice, con aire de jubilosa conspiración: "Sabe, siempre he deseado escribir."
Antes, yo trataba de ser amable.
Ahora, contesto con la misma regocijada excitación: "Sabe, siempre he deseado ser neurocirujano."
Me miran con perplejidad. No importa. Últimamente circula por el mundo mucha gente perpleja.
Si quieres escribir, escribes.
Sólo escribiendo se aprende a escribir. Y ése, en cambio, no es un buen sistema para enfrentarse a la neurocirugía.
-JOHN D. MACDONALD-

martes, 30 de noviembre de 2010

El Club de la Lucha (I)

Te despiertas en los aeropuertos de Seattle, San Francisco, Los Ángeles, o bien en el de Chicago. El de Dallas, Forth Worth, Baltimore... Vas de la hora del Pacífico a la de las Rocosas. Pierdes una hora, ganas una hora.

AZAFATA: La facturación para ese vuelo se abrirá dentro de dos horas.

Ésa es tu vida, y se está acabando por minutos. Te despiertas en el aeropuerto de Air Harbour. ¿Si te despertaras a otra hora, en otro lugar, te despertarías siendo otra persona?
Viaje a donde viaje, la vida es simple: raciones individuales de azúcar, raciones individuales de leche, de mantequilla, bandeja de pollo al cordon bleu para microondas, champús y cremas suavizantes, muestras de enjuague bucal, diminutas pastillas de jabón... Las personas a quienes conozco en cada vuelo son mis raciones individuales de amigos. Entre el despegue y el aterrizaje es el único tiempo que compartimos.

Si el tiempo de vida es largo, el índice de supervivencia se reduce a cero.

JACK: Yo era perito de una empresa de automoviles. Mi trabajo era aplicar La Fórmula.
ENCARGADO #1: El niño atravesó el parabrisas por aquí. Tres puntos.
JACK: Un modelo fabricado por mi empresa sale a una velocidad de cien kilómetros por hora. La dirección se bloquea.
ENCARGADO #2: El aparato dental del adolescente se incrustó en el cenicero del asiento trasero. Sería una buena publicidad antitabaco.
JACK: El coche se estrelló y ardió atrapando a los que viajaban en él. ¿Debería llamar a la fábrica?
ENCARGADO #1: El padre debía ser muy corpulento.¿Ves esa grasa quemada pegada al asiento con la camisa de polyester? Parece arte moderno.
JACK: A) Se toma el número de vehículos de ese modelo. B) Se multiplica por el índice de probabilidades de fallo. C) Se multiplica por el acuerdo económico acordado sin ir a juicio. A por B por C

JACK: Igual a X. Si el resultado es menor de lo que costaría una llamada a fábrica, no la hacemos.
PASAJERA: ¿Hay muchos accidentes de ese tipo?
JACK: Ni se lo imagina.
PASAJERA: ¿Para qué compañia de automóviles trabaja?
JACK: Una muy importante.

Cada vez que el avión se ladeaba bruscamente durante el despegue o el aterrizaje, rezaba para que nos estrellaramos, o para que hubiera una colisión en el aire, lo que fuera. El seguro de vida paga el triple si mueres en un viaje de negocios.



TYLER: Si su asiento está al lado de una salida de emergencia, o bien si se siente incapacitado para cumplir las funciones descritas en las medidas de seguridad, pídale al asistente de vuelo que le cambie el asiento.
JACK: Es una gran responsabilidad.
TYLER: ¿Cambiamos el asiento?
JACK: No, no soy el adecuado para esa tarea en particular.
TYLER: ¿Para qué la salida de emergencia a 10.000 metros de altura? Ilusión de seguridad.
JACK: Si, supongo...
TYLER: ¿Por qué los aviones llevan mascarillas de oxígeno?
JACK: Para poder respirar.
TYLER: El oxígeno te coloca. En caso de una emergencia respiras hondo debido al panico. De ese modo te vuelves eufórico, dócil, aceptas tu destino. Está todo ahí. Aterrizaje de emergencia a mil kilómetros por hora: caras inexpresivas, tranquilas, como vacas hindúes.
JACK: Es.... una teoría interesante. ¿Tú qué haces?
TYLER: No entiendo.
JACK: ¿A qué te dedicas?
TYLER: ¿Por qué? ¿Para que finjas que te interesa?
JACK: chss.. jeje. De acuerdo...
TYLER: Noto un desespero enfermizo en tu risa.
JACK: Tenemos maletines idénticos.
TYLER: Jabón.
JACK: ¿Cómo?
TYLER: Fabrico y vendo jabón. La civilización se mide por su consumo.

Así fue como conocí a

JACK: Tyler Durden.
TYLER: ¿Sabías que mezclando gasolina con concentrado congelado de naranja fabricarías Napalm?
JACK: No, no lo sabía. ¿Es cierto?
TYLER: Ya lo creo. Puedes fabricar toda clase de explosivos utilizando productos caseros.
JACK: ¿En serio?
TYLER: Siempre que te interese.
JACK: Tyler, te aseguro que eres la ración individual más interesante que he conocido.... En fin, volando te lo sirven todo en raciones individuales, personas indi
TYLER: Ya entiendo. Muy agudo.
JACK: Gracias.
TYLER: ¿Y como te funciona eso?
JACK: ¿El qué?
TYLER: Tu agudeza.
JACK: Bien.
TYLER: Sigue así. Sigue en ello. Ahora, una cuestión de etiqueta: ¿cuando pase quieres que te ofrezca el culo o la bragueta?

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